domingo, 3 de mayo de 2009

La línea en el plano
La línea como tal es invisible, pues es el trazo que deja el punto al moverse, lo que lo convierte de estático a dinámico; por lo tanto la línea es el producto del punto. Entonces podemos definir a la línea como el derivado del punto.
El origen de la línea es proveniente de las fuerzas del punto, sus formas dependen del número de esas fuerzas y de su combinaciones, pero todas las fuerzas del punto, productoras de esas líneas en definitiva, pueden reducirse a dos: Fuerza única y dos fuerzas; la fuerza única con un efecto único o continuado de ambas fuerzas, que se alternan y el efecto simultáneo de ambas fuerzas.
Una primera forma de línea puede generarse cuando una fuerza venida del exterior hace que el punto se dirija a cualquier dirección; la dirección permanece sin variación alguna y la línea tiende a prolongarse indefinidamente, es tal la recta que puede observarse la forma más simple e infinita de movimiento.
La tensión o movimiento aporta solamente una parte del movimiento, la otra la forma la dirección. Así, pues, tenemos que los elementos en la pintura son las huellas que se hacen presente bajo el aspecto de tensión y dirección.
El punto está constituido sólo por tensión, ya que no tiene dirección alguna. De esta misma forma cuando analizamos el color, observamos que algunos se diferencian por la dirección de las tensiones. La tensión es la fuerza presente en el interior del segmento que aporta una parte del movimiento activo.

Tenemos tres tipos de forma en la recta, y se distinguen entre sí por la temperatura. Esta formas son: frías, cálidas y frías, y son las formas más puras de las posibilidades de movimiento infinito. En los colores blanco y negro llamados acromáticos y que hoy día les decimos incoloros, son silenciosos. En ambos, el sonido se encuentra reducido a un mínimo. Blanco y negro quedan fuera de la gama del color, también en la horizontal y vertical ocupan un lugar especial entre las líneas, ya que en su posición central son irrepetibles y permanecen, por lo tanto, solitarias.
La escala cromática va de blanco a negro y bajo el aspecto de la temperatura observamos que el blanco es cálido, mientras que el negro no lo es en lo absoluto; el blanco y el negro se distinguen por elementos de altura y profundidad, y esto permite identificarlos como vertical y horizontal.

En los colores blanco y negro llamados acromáticos y que hoy día les decimos incoloros, son silenciosos. En ambos, el sonido se encuentra reducido a un mínimo. Blanco y negro quedan fuera de la gama del color, también en la horizontal y vertical ocupan un lugar especial entre las líneas, ya que en su posición central son irrepetibles y permanecen, por lo tanto, solitarias.

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